Descubre pequeños hábitos que podemos poner en práctica de inmediato para que nuestros hogares se vean más limpios y ordenados en menos tiempo.

Para muchos otros, en cambio, una casa limpia y ordenada es una de las obligaciones diarias que debemos tener en cuenta a la hora de planificar nuestro día para que tengamos tiempo para todo, incluido el descanso.

En lugar de convertir las tareas del hogar en una carga, comience a evitar ciertos hábitos inactivos cambiándolos por otros hábitos que nos facilitarán mantener todo al día y nos ahorrarán tiempo y dinero. . Podemos comenzar a poner en práctica buenos hábitos de limpieza lo más rápido posible.

No es necesario tener las ventanas abiertas toda la mañana, sobre todo en invierno cuando nos cuesta mantener la casa caliente, pero abrir las ventanas unos 10 minutos, junto con la puerta para ventilar el aire, nos ayudará a renovar el aire. El aire de la casa, también nos hace sentir mejor con nosotros mismos. Esta pequeña acción puede marcar una gran diferencia ya que ayuda a eliminar partículas de polvo y ácaros, regula la humedad y elimina malos olores.

La pereza es mala consejera, más aún en este caso. Esta simple acción toma solo unos minutos y puede transformar completamente tu dormitorio, y una cama sin hacer le da un aire de abandono a toda la habitación. Además, la colocación diaria de sábanas minimiza las superficies donde se puede asentar el polvo. Este no cuenta con otros beneficios ya que ayuda a organizar la mente y descansar mejor.

No hay nada más perezoso que lavar los platos justo después del almuerzo o la cena... excepto olvidar que tienes que hacerlo antes de acostarte o mientras estás pensando en hacer otra cosa. No lo dejes para después, es mejor ordenar tus cosas, y limpiar la mesa y los platos después de comer, aunque parezca incómodo, lo agradecerás con el tiempo.

Teniendo en cuenta la especificación anterior, podemos extrapolarla bastante bien al resto de la casa. La mejor manera de evitar que las cosas se acumulen en la mesa o en cualquier lugar de la casa es volver a colocarlas en su lugar una vez que hayamos terminado de usarlas. Esto puede hacer que si en alguna ocasión nos olvidamos de algo, tengamos que sacarlo dos veces, por suerte, el resto del tiempo dedicamos menos tiempo a tener todo organizado.

Poseemos más de lo que necesitamos, y nuestras casas están llenas de "por si acaso", herramientas que no usamos, e incluso cajas vacías para esas herramientas que no usamos. No dejes que se acumulen, aprovecha esta oportunidad para despejarte un poco, elige lo que más usas, tira lo que no funciona y dona lo que es genial pero no funciona para ti.

El baño es una de las estancias más utilizadas y una de las más fáciles de mantener limpia. Por eso es buena idea limpiar a diario la zona del lavabo y del espejo, quitando el polvo y la mugre de uno, y las gotitas de agua del otro que dejan manchas antiestéticas. Simplemente límpielo en unos minutos y se verá mucho más limpio.

Al igual que hacemos con los lavabos y los espejos, lo hacemos con las duchas y los inodoros. Inmediatamente después de la ducha, rocíe productos diseñados para la limpieza diaria del baño para evitar la acumulación de residuos y facilitar la limpieza general. Haz lo mismo con el inodoro, pasando una toallita desinfectante y limpiando el interior con un cepillo adecuado.

Si barres y friegas a diario los suelos de tu cocina y baño, harás que esas estancias se vean más limpias y el resto de la casa se verá más limpia también, ya que en muchas ocasiones no podemos evitar llevar la suciedad de una habitación a otra.

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