Si ya decidiste que quieres tener una casa propia, pero no tienes el dinero que necesitas para comprar una de contado, hay una serie de pasos muy sencillos que puedes seguir para ahorrarlo. Síguelos y ve por la casa de tus sueños.

El primer paso es saber para qué te alcanza, es decir, cuál es el precio de la casa que realmente podrás pagar, considerando tus ingresos actuales, el monto que ya tienes ahorrado y el tipo de crédito al que puedes acceder.

Una vez que cotices tu crédito, sabrás cuál es tu capacidad real de endeudamiento, que en ningún caso deberá representar más de 30% de tus ingresos mensuales. Si tienes dinero ahorrado, ya sea en el banco o en el Saldo de tu Subcuenta de Vivienda, parte de esa cantidad te servirá para cubrir el enganche de tu casa, los gastos de escrituración y de manejo de cuenta que deberás desembolsar inicialmente.

Estos gastos suelen sumar 5% del valor de la casa. El enganche representa, por lo general, 20%. Así que, una vez que sepas cuánto vale la casa que puedes comprar, considera que necesitas 25% de esa cantidad para aportar inicialmente. Así tendrás un objetivo realista que perseguir. Si estás realmente motivado para comprar tu casa, sigue los siguientes pasos para reunir ese monto.

Para contraer una deuda a largo plazo, debes tener finanzas saludables. ¿Qué significa eso? Pues, básicamente, no tener deudas fijas ni gastar más de lo que ganas. De otra forma, no podrás ahorrar dinero y vivirás estresado y preocupado. En estas condiciones, comprar una casa puede ser una muy mala decisión. Para sanear tus finanzas, sigue estos primeros pasos:

Liquida tus tarjetas de crédito: tener un buen historial crediticio es necesario para que un banco te preste para comprar tu casa, así que no te decimos que dejes de usar tus tarjetas; lo que sí es necesario es que las liquides cada mes. Así, no pagarás intereses ni gastarás lo que no tienes

No vivas en quincenas: si eres de los que espera la quincena sudando y, cuando llega, corre a pagar sus deudas y a comprarse lo que “necesita”, estás siguiendo el camino hacia el desastre financiero. Tu sueldo debe alcanzarte para vivir tranquilamente, sin importar el día del mes en que te encuentres

Adiós a los pagos chiquitos: no caigas en el engaño, comprar a plazos implica pagar más y vivir ahorcado. Es mejor que ahorres unos meses para comprarte lo que realmente necesitas, que comprarlo ahora y vivir pagándolo hasta por varios años

Si ya lograste sanear tus finanzas, estás listo para empezar a ahorrar en serio. Para ellos es muy importante que seas consciente de tus capacidades de pago y que no pierdas de vista tu objetivo final, que es comprarte tu casa. Esto te dará la motivación que necesitas para seguir un régimen estricto, indispensable para comprometerte a pagar un crédito hipotecario.

Haz un inventario de todos tus gastos: durante un mes, anota en una libreta todos los gastos que hagas, con pesos y centavos. Incluye absolutamente todo: desde el café de la mañana hasta las propinas que das

Recorta los pequeños gastos: esto te permitirá darte cuenta del dinero que desembolsas cada mes en cosas que no son indispensables. Verás que si recortas esos gastos chiquitos, contarás con más dinero para ahorrar. Quizá sea un buen momento para dejar de fumar

Despídete del auto: aunque puede que sea la opción más cómoda y segura, el automóvil particular representa un gasto enorme: la gasolina no para de subir, la verificación vehicular y los servicios son constantes y no hay forma de evadirlos, la tenencia y los gastos imprevistos también se suman a la cuenta y, al final, representan una suma que, si la ahorraras, te permitiría juntar lo que necesitas para el enganche de tu casa. Cómprate una bicicleta, usa el transporte público y, cuando sea muy necesario, utiliza servicios de taxi seguro. Verás que es mucho más barato que tener un auto propio

Comienza a ahorrar: ahora sí es tiempo de ahorrar. Si ya cotizaste tu crédito, comienza a depositar en una cuenta bancaria la cantidad que tendrías que pagar como mensualidad de tu casa. Hazlo durante meses o incluso años y verás que, al final, tendrás una cantidad que te permita cubrir el enganche

Es muy importante que tengas en mente que, mientras más dinero aportes inicialmente como enganche, menos pagarás de intereses. No corras a comprar una casa: piensa, analiza y redobla tu motivación: haz un esfuerzo por juntar más y más dinero para que no tengas que pagar mensualidades altísimas. Mientras más juntes, mejor. ¿Cuál es la prisa?

Estos son algunos consejos adicionales:

Si pagas renta, considera la posibilidad e mudarte a una casa más barata

Si dejas de fumar o de beber refrescos, cada año podrás ahorrar más dinero que el imaginas

En todas las grandes ciudades de México hay muchas opciones de entretenimiento y diversión gratuitas o muy baratas: visita museos, toma el sol en los parques o asiste a las funciones de cine al aire libre, divertirte no tiene por qué ser caro

Si tienes pareja, hagan un plan juntos y comiencen a ahorrar para su casa. En equipo siempre es más fácil

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